Pistolas y revólveres exportados por nuestro país estarían siendo usados por delincuentes haitianos contra la misión de paz de la ONU, que es integrada por militares de la Argentina, entre otros países, según las denuncias de diversas ONGs. En los últimos meses, el gobierno argentino comenzó a trabar las ventas de armas a República Dominicana, que comparte con Haití una frontera porosa, donde no hay controles contra el tráfico ilegal, como señala Naciones Unidas.
Por Pedro Ylarri
Mientras usted se apresta a leer este texto, 750 argentinos y otros 1.211 brasileños se encuentran en Haití integrando la misión de paz conducida por Naciones Unidas. Son en total casi 9 mil personas que ocupan posiciones en fronteras y otros lugares estratégicos con el objetivo de pacificar el país, hundido en una convulsión interna desde la sangrienta revuelta que en 2004 derrocó al entonces presidente Jean Bertrand Aristide. Igual cantidad de familias esperan a los soldados en Brasil y la Argentina. Lo que muchas de ellas no saben, es que sus seres queridos tienen serias posibilidades de resultar heridos por balas lanzadas con armas fabricadas en sus países de origen, cuyos gobiernos autorizaron exportar.
La Argentina y Brasil vendieron entre 1994 y 2006 –y luego también, aunque sin confirmación oficial– 7,9 millones de dólares en armas a República Dominicana, país señalado por organizaciones civiles especializadas y Naciones Unidas por su imposibilidad de controlar el tráfico legal o ilegal de armamento hacia su vecino Haití y otras naciones centroamericanas. El tráfico de armas, en especial de pistolas, revólveres y municiones, fue confirmada a PERFIL por dos empresas exportadoras, autoridades argentinas, brasileñas y dominicanas, y estadísticas de la ONU en base a datos oficiales.
Las sospechas sobre República Dominicana y la transferencia de armamento a Haití, que por su estado de convulsión social no puede importar por un embargo de ONU, fue una de las conclusiones de un estudio reciente de la Asociación Políticas Públicas (APP) elaborado con datos del Comtrade , la base de datos mundial sobre ventas de mercancías. También la fundación colombiana Seguridad y Democracia y la brasileña Viva Río advirtieron sobre la transferencia de armamento sudamericano a Centroamérica, una de las regiones más violentas del mundo.
La confirmación de que armas argentinas se encontraban en el circuito ilegal en la región, y la sospecha de su tráfico hacia Haití, obligó a la Cancillería argentina a rechazar autorizaciones de exportación en los últimos meses hacia República Dominicana. La información fue otorgada por dos empresas fabricantes de armamento y municiones, aunque el ministerio de Relaciones Exteriores, que conduce Jorge Taiana, afirmó que es un “tema sensible” y evitó confirmar a este diario la medida.
Los datos de Comtrade, elaborado con información oficial de todos los países miembros, revelan que la Argentina exportó a República Dominicana armas por 3,6 millones de dólares, mientras que Brasil envió cargamentos por valor de 4,3 millones de dólares entre 1994 y 2006. Detrás de los Estados Unidos, el mayor exportador –concentra 61% de los envíos de armas a ese país– los dos países líderes del Mercosur son los principales exportadores, con 14% de los envíos en términos de dinero en conjunto.
“Los datos de ventas de armas a República Dominicana no significan que la Argentina y Brasil o las empresas que exportan infrinjan alguna normativa. No es una acción ilegal, pero sí puede facilitar eventuales desvíos a Haití, ya que en un país con serios índices de violencia, el tráfico no siempre puede ser evitado”, advirtió a PERFIL Diego Fleitas, titular de la APP.
La entidad publicó este mes un informe titulado “Tráfico de Armas en América Latina”, en el que resalta la importancia del “tráfico legal”, ya que en la región “existen grandes riesgos de desvío y triangulación: las armas y transferencias criminales o ilícitas casi siempre comienzan siendo legales”.
Exportar armas a países en conflicto o con sospechas de actuar como destinos “de traspaso”, aún sin prohibición ni embargo de la ONU, es considerado por las ONGs especializadas una “transferencia irresponsable”. Según Fleitas, en esa categoría podrían llegar a inscribirse los gobiernos de Argentina y Brasil, que exportan a República Dominicana. “Existe suficiente literatura sobre el estado de situación de República Dominicana como para evitar una venta, está comprobado la falta de control”, señaló.
Especialistas brasileños confirmaron a PERFIL la existencia de armamento de ambos países en Haití. “Es una situación kafkiana e inaceptable. Es evidente que es una contradicción extraordinaria que nuestros soldados estén siendo agredidos con armas exportadas por Brasil y la Argentina”, advirtió Ricardo Seitenfus, experto en relaciones internacionales y asesor de la ONU y de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La afirmación se enmarca en registros de falta de control en la frontera: “Están intentando controlar los ingresos marítimos con algunos barcos, pero (el tráfico) siempre ha sido una preocupación. Es inaceptable el no control del lado haitiano, tampoco hay control de los puertos”, añadió el especialista.
Un corresponsal de una agencia internacional en Santo Domingo aportó más datos a este diario: “Verdaderamente la situación en la frontera es completamente precaria, no se necesitan documentos la mayoría de las veces para cruzar entre un país y el otro. Si han detenidos haitianos con armas argentinas y de otras procedencias en República Dominicana, no es descabellado pensar que esas mismas armas sean utilizadas del otro lado de la frontera”.
Seitenfus añadió que las políticas de desarme impulsadas por la misión de paz son en parte contraproducentes: “Si MINUSTAH recoge armas y da dinero por ellas, y al mismo tiempo no hay control en las fronteras, lo que estamos haciendo es cambiar armas viejas por nuevas”. Según el experto, los que adhieren al plan de desarme luego compran con el dinero recibido nuevos armamentos del otro lado de la frontera.
APP construyó con los datos de ONU un estudio “mirror” (espejo). Consiste en cruzar datos de exportación e importación declarados por un país con la información provista por el supuesto país de destino y origen de esos envíos. En el caso de República Dominicana, los resultados fueron contundentes: el gobierno dominicano aseguró que no realizó exportaciones de armas entre 1994 y 2006, aunque varios países aseguraron haber recibido armas de ese país por 2.8 millones de dólares en el mismo lapso. A su vez, el país en cuestión aseguró haber importado 41 cargamentos de armas por 6,8 millones de dólares, mientras que otros países aseguraron haberle vendido 425 cargamentos, por 55,7 millones de dólares.
“Sin duda no se están evaluando los riesgos y problemas, es un riesgo que República Dominicana no sea productor pero sí exportador, y después habla del poco control que existe sobre la transferencia de armamento.”
Las armas argentinas ya se encuentran en el circuito ilegal, lo que posibilita el envío hacia Haití, donde están desplegados miles de soldados latinoamericanos. La Policía Nacional Dominicana confirmó a PERFIL que se incautaron armas argentinas en varios operativos, aunque evitó estimar cómo ingresaron a la clandestinidad. Sus registros informan de, al menos, seis secuestros en los últimos meses, y entre ellos, menciona los siguientes:
La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) desmanteló en junio en un operativo sin precedentes cuatro puntos de venta de droga cercanos a Haití, detuvo a 16 personas, y secuestró dos revólveres de origen argentino marca Bersa 9 mm.
El Ejército Nacional detuvo en la frontera con Haití a tres personas acusadas por contrabando de langostas desde ese país. Dos de ellos tenían pistolas Bersa, también 9 mm, fabricadas en la Argentina y registradas en República Dominicana. Sucedió en abril.
Dos revólveres argentinos fueron secuestrados el 27 de agosto. Uno de ellos era portado sin autorización, mientras que el otro había sido robado a un comerciante en un asalto cometido presuntamente por cuatro haitianos.
Este mes fue asesinado de un disparo el hijo del empresario dominicano Melvin Guerrero, quien se resistió a un asalto con su arma argentina, que portaba legalmente.
La exportación de armas a destinos considerados “sensibles” no es un secreto. Dos de los más importantes fabricantes de armas en la Argentina aseguraron a PERFIL que países de Centroamérica son un destino “muy frecuente” de exportación. La mayor productora, según registros oficiales, es Bersa SA. Su presidente, el italiano Benso Bonadimani, aceptó hablar con este diario: “El trámite para vender comienza con un permiso de importación del destino, éste se presenta en la Cancillería y en el Registro Nacional de Armas (RENAR), y si ellos autorizan la venta porque consideran que el destino es fiable, entonces nosotros exportamos”.
“De todas formas, hay que ser sinceros, con nuestras armas no podemos hacer la guerra, son para la funda, para protección personal, en esos países buscan armas pesadas, como ametralladoras”, expresó el directivo de Bersa. Surge en los datos de la industria que el revólver 9 mm es el preferido en República Dominicana.
Otro fabricante –que prefirió no ser nombrado– afirmó que Centroamérica se lleva hoy “más de un tercio” de las exportaciones argentinas, y que “hace cuatro o cinco meses” la Cancillería comenzó a trabar las exportaciones a República Dominicana, “al parecer por lo que usted dice, falta de control y transferencia a zonas conflictivas”, detalló en una conversación informal con este cronista.
Para Cancillería y el ministerio de Defensa, el tema es “sensible” y sus voceros prefirieron no responder a las preguntas de este medio. Fuentes del RENAR –quienes optaron por el anonimato– dijeron que Cancillería elabora una lista con países en conflicto a los que no está permitido vender, y que “aún si un destino no está en la lista, se manda el pedido a Relaciones Exteriores para que autorice el envío, ellos tienen la última palabra”.
En la última década, Fabricaciones Militares (FM) disminuyó un 40% su producción de armas, aunque el país conserva el tercer puesto entre las naciones exportadoras de América latina, con 6% del total de ventas. Se encuentra luego de Brasil (79%) y México (11%). La Argentina exportó entre 1994 y 2006 más de 90 millones de dólares en armas, mientras que importó 130 mil millones.
Desde 2001, pese a las campañas oficiales de desarme, la exportación crece a un ritmo de 20% anual, estimaron a PERFIL referentes de la industria. Además de Bersa, producen las empresas Tactical Technology (escopetas), Reno Mahely (carabinas), F&L (pistolas) y Lasserre (revólveres Rexio). FM produce para las Fuerzas Armadas los revólveres 9 mm Hi Power y el Fusil FSL, la versión civil del clásico –y polémico– FAL.
La misión de paz conducida por argentinos y brasileños cumplió en 2008 cuatro años. Mientras el Gobierno promueve el canje de armas por alimentos o dinero, sus soldados desplegados en tierras lejanas se ven amenazados de resultar heridos por armas fabricadas en sus propios países.
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