CROMA¥ON-ROMAGNOLI – Pedro Ylarri

CROMA¥ON-ROMAGNOLI

LA CONDUCTA IMPREVISIBLE DE ROMAGNOLI Y SU
DISCURSO «ANTISISTEMA» ANTICIPABA RETIRADA
Por Pedro Andr,s Ylarri

BUENOS AIRES, feb 16 (DyN) – La renuncia del diputado Gerardo
Romagnoli a juzgar al jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, fue anticipada desde el inicio del proceso por su conducta siempre imprevisible y su discurso «antisistema» que ampliaba las responsabilidades del mandatario al conjunto de las instituciones de la ciudad.
El caso del anteúltimo sobreviviente del zamorismo en el
 mbito porteño suscitó un estudio minucioso por parte del oficialismo y de la oposición, cuando Romagnoli dio cuenta que su natural posición en favor de la destitución de Ibarra -en expresas declaraciones- no se condecían con sus opiniones sobre el juicio.
En ese marco, Romagnoli fue recusado por «prejuzgamiento» por
el suspendido titular del Ejecutivo y defendido por sus pares de
la c mara deliberativa porteña, mientras comenzaba a dilucidar su discurso «antisistema», en donde Ibarra era responsable por la muerte de 194 jóvenes en República Cromañón, pero tambi,n lo era cada diputado, incluida su persona.
Sombras de corrupción sobre la legislatura aparecieron en el
discurso del diputado, quien llegó a pedir que «sea investigada
para llegar al fondo» de un aparente problema: una corrupción
sist,mica para la cual necesariamente concurren vinculaciones entre empresarios inescrupulosos, miembros del poder político -inclusive nacional- de órganos judiciales y de la policía.
Su actuación vacilante lo ubicó tambi,n en medio de caras de
sorpresa cuando en una de las primeras audiencias del juicio a
Ibarra fue el único en abstenerse a los pedidos de nulidad solicitados por la defensa del ex fiscal.
Su voto premeditado a favor de la destitución de Ibarra se
mezcló entre declaraciones de solidaridad para con los familiares del incendio de Once, en medio de denuncias contra sus pares dentro del recinto y sus odas en favor de «la verdad y la justicia».
«Nos preguntamos si podemos esperar que de allí lo que surja
sea la verdad o sólo versiones acotadas, acomodadas y signadas por los intereses y especulaciones políticas partidarias que
permanentemente se tejen tras bambalinas», opinó respecto a los testigos pedidos por la defensa, en una de sus cartas públicas.
El lunes pasado, Romagnoli dio la última señal anticipadora de su decisión de abandonar el juicio, cuando fue el único ausente en la recorrida que los partícipes del proceso hicieron en el boliche de Once, incendiado el 30 de diciembre de 2004, y por el que ahora se intentan determinar las responsabilidades de Ibarra.
Romagnoli faltó, y, en cambio, distribuyó una carta -de
despedida- para reiterar lo que venía diciendo en los pasillos de Perú 130: que el proceso era «un show» y que «no ser  m s la verdad».
PAY JC