INHUMARON LOS RESTOS DE FONTANARROSA,
EN UNA CEREMONIA CON FAMILIARES Y AMIGOS
ROSARIO, jul 20 (DyN) – Los restos del escritor y dibujante Roberto Fontanarrosa fueron inhumados hoy en un cementerio de la ciudad santafesina de Granadero Baigorria, en el marco de una emotiva ceremonia de la que participaron familiares, amigos y admiradores, quienes participaron de un cortejo que se detuvo en el club al que dedicó parte su obra, Rosario Central.
Fontanarrosa, el «Negro» para sus allegados, fue despedido en Rosario con el Pabellón Nacional a media asta por cientos de sus amigos, familiares, vecinos y lectores, quienes se acercaron al cortejo para rendir tributo al autor del mítico «gaucho» Inodoro Pereyra.
Sus seguidores y conocidos, muchos con insignias de Rosario Central, se presentaron desde la madrugada en la casa fúnebre de Salta y Avenida Francia, de Rosario, tras conocer la noticia de su muerte, ocurrida ayer cuando el cómico tenía 62 años y afrontaba una enfermedad neurológica incurable.
Su madre, su esposa Gabriela, su hijo Franco, sus amistades y colegas Crist y Caloi, el integrante de Les Luthiers Marcos Mundstock y el ex capit n de Rosario Central Cristian «Kily» Gonz lez, fueron algunas de las caras visibles del incesante desfile de allegados en el velatorio de Fontanarrosa.
A tono con el fanatismo del «Negro» por el Club Rosario Central, que plasmó en chistes y varios libros, cientos de hinchas del «Canalla» se presentaron ataviados de azul y oro, con camisetas, banderas y bombos con los que acompañaron canciones de cancha, en homenaje al escritor.
Los hinchas quitaron la platea que ocupó el escritor en cada cotejo que su equipo disputó en calidad de local en el Gigante de Arroyito, y retiraron panes de c,sped de la cancha para plantarlos junto a la tumba.
Los colores de su club favorito abundaron en la jornada, y así, en el último adiós al humorista, se cumplió acorde con el estilo de Fontanarrosa, plasmada en su frase «si hubiera que ponerle la música de fondo a mi vida, sería la transmisión de los partidos de fútbol».
El cortejo fúnebre partió pasadas las 11 con destino a Granadero Baigorria, Gran Rosario, aunque pasó por el estadio de Central, donde los restos del artista fueron recibidos al grito de «El Negro no se va, el Negro no se va».
Desde allí salió una caravana de dos kilómetros de extensión que se hizo notar a lo largo de la Avenida de la Costa, con destino al Cementerio Parque de la Eternidad de esa localidad.
El ataúd con el cuerpo del humorista fue descendido del auto fúnebre y llevado por varios de sus amigos de «La mesa de los galanes», del bar El Cairo, y su hijo Franco, acompañados por su esposa Gabriela Mahy, su madre Rosita Lac Prugent, su hermana Perla y sobrinos.
Allí estuvieron tambi,n los humoristas «Coco» Silly y Daniel Ar oz, el intendente de Rosario Miguel Angel Lifschitz, y el senador nacional Rub,n Giustiniani, entre otros.
La muerte de Fontanarrosa, recordado como un hombre sencillo que llevaba al humor como forma de vida, generó tristeza en todo el mbito de la cultura argentina y de países de la región, así como de las esferas política, deportiva y de los medios de comunicación.
El ministro del Interior, Aníbal Fern ndez, consideró que el fallecimiento de Fontanarrosa es una «p,rdida muy grande», en tanto hubo declaraciones públicas del gobierno de Santa Fe y de la Legislatura porteña, entre otras dependencias.
Sus colegas de los principales matutinos, como Daniel Paz, Nik, Sendra, Langer y Marito, aprovecharon sus habituales espacios para rendir tributo a Fontanarrosa, mientras la historia de su vida fue reproducida tambi,n por medios de Am,rica Latina y numerosos comentarios en Internet.
Casi medio millar de personas permaneció en el cementerio durante varias horas, con el grito conjunto de «El negro no se va, no se va, el negro no se va».
FHA JMN LW PAY FM